9 días / 8 noches
Historia, paisajes y cultura andina
Moderado, con traslados interregionales
Lima – Cusco – Machu Picchu – Puno
En nueve días, descubrirás los contrastes que hacen del Perú un destino único: la modernidad de su capital, el legado vivo de los Andes y la espiritualidad de sus aguas sagradas. Cada etapa del viaje es una invitación a conectar con la historia y la esencia de este país milenario.
En Lima, la capital gastronómica de Sudamérica, los sabores son un puente entre culturas. Desde un ceviche fresco frente al mar hasta una cena de autor en un restaurante de clase mundial, cada plato narra siglos de mestizaje, tradición y creatividad.
Cusco vibra en cada calle y en cada piedra. Entre templos incas, iglesias coloniales y barrios bohemios como San Blas, la ciudad revela un mosaico cultural donde pasado y presente conviven en armonía. Un destino que no se observa, sino que se siente.
La ciudadela sagrada emerge entre montañas cubiertas de neblina como un símbolo de sabiduría y resistencia. Caminar por sus templos, terrazas y miradores es adentrarse en un mundo donde la espiritualidad y la grandeza arquitectónica se funden en una sola experiencia.
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En el altiplano, el Titicaca abre un horizonte que parece infinito. Navegar sus aguas y visitar las islas de los Uros y Taquile es compartir con comunidades que mantienen vivas sus tradiciones textiles y su cosmovisión ancestral. Un lugar donde la naturaleza y la cultura laten al unísono.
More infoRecepción en el aeropuerto y traslado al hotel. Tiempo libre para descansar del vuelo o dar un primer paseo por el Malecón de Miraflores con vista al Pacífico. Lima se presenta como la capital vibrante que fusiona historia, modernidad y alta gastronomía.
Descubre el Centro Histórico de Lima, Patrimonio de la Humanidad: la Plaza Mayor, la Catedral, el Palacio de Gobierno y el Convento de San Francisco con sus célebres catacumbas. La experiencia se enriquece con un almuerzo en un restaurante de prestigio que muestra lo mejor de la cocina peruana contemporánea.
Traslado al aeropuerto y vuelo a Cusco, antigua capital del Imperio Inca. Por la tarde, recorrido de aclimatación por la Plaza de Armas, el Qorikancha o Templo del Sol, y los complejos arqueológicos de Sacsayhuamán, Qenqo, Pukapukara y Tambomachay. Cusco se revela como un museo vivo donde convergen lo inca y lo colonial.
Excursión de día completo al Valle Sagrado. Visita a Pisac y su mercado artesanal, almuerzo en Urubamba y recorrido por la fortaleza de Ollantaytambo. El día culmina con pernocte en el Valle, rodeado de montañas que aún guardan la memoria de los ancestros.
A bordo de un tren panorámico, el viaje serpentea entre valles y montañas hasta llegar a Aguas Calientes. Ascenso a Machu Picchu para una visita guiada por templos, plazas y terrazas. Tiempo libre para contemplar la grandeza de la ciudadela antes del retorno a Cusco por la tarde.
Jornada reservada para explorar Cusco a tu propio ritmo: visitar museos, mercados artesanales o caminar por el barrio de San Blas. Opcional: excursión a Maras y Moray o una experiencia gastronómica de alta cocina andina.
Traslado en bus turístico hacia Puno, atravesando la famosa Ruta del Sol. En el camino, visitas a Andahuaylillas (la “Capilla Sixtina de América”), el sitio arqueológico de Raqchi, el paso de La Raya y el museo de Pukara. Almuerzo en ruta. Llegada a Puno por la tarde, a orillas del Lago Titicaca.
Navegación por el Lago Titicaca, el lago navegable más alto del mundo. Visita a las islas flotantes de los Uros y la isla Taquile, donde los pobladores mantienen tradiciones textiles declaradas Patrimonio de la Humanidad. Almuerzo típico con una familia local antes de regresar a Puno al final del día.
Traslado al aeropuerto de Juliaca y vuelo a Lima para tu conexión internacional o extensión de viaje. El eco de los Andes y las aguas místicas del Titicaca quedarán como una huella imborrable de esta travesía.
Dependiendo del destino, el viajero puede experimentar contrastes únicos:
Respeta los ritmos de cada lugar:
De mayo a octubre, la estación seca ofrece cielos despejados en Cusco, Arequipa y el Valle del Colca.
Ideal para caminatas arqueológicas, visitas culturales y contemplar el vuelo del cóndor sin neblina.
La estación seca, entre mayo y octubre, suele brindar cielos despejados en gran parte del Perú andino. Es la mejor época para caminatas arqueológicas, visitas culturales y para contemplar paisajes andinos sin neblina. En la selva amazónica, esta temporada reduce lluvias y facilita la exploración.
Aclimátate progresivamente al llegar a ciudades andinas de altura. Hidrátate constantemente, consume comidas ligeras, descansa bien y aprovecha, infusiones andinas, que revitalizan cuerpo y espíritu. En la Amazonía, usa repelente y protégete del sol.
Entre calles de piedra y templos dorados, Cusco revela la fusión perfecta entre lo incaico y lo colonial.
La Ciudad Blanca mezcla arquitectura majestuosa con la fuerza de sus volcanes tutelares.
De la costa a la sierra, la gastronomía peruana celebra el alma diversa de su gente..
Conecta con pueblos que preservan su idioma, sus tejidos y su sabiduría ancestral.
